[They walk alone, beside you...]

Desde adolescente me sentí atraída por la poesía y el cine; estas cobraron mayor relevancia con ‘Wings of Desire’, una de las más grandes experiencias cinematográficas de vida. La historia hizo de “mi historia” una cicatriz íntima. Ella, vino a mí en un momento desesperado de esos que caracterizan mi existencia, entró y se presentó de una manera estrepitosa, solitaria, como si quisiera que la poseyera, entonces la hice mía. 

Nunca olvidaré la primera vez que la ví. No podía creer que se hubiesen plasmado tantos sentimientos, poesía, arte, fotografía y música en un solo filme el cual ofrece uno de los retratos más hermosos de la ciudad de Berlín que resulta un trabajo que embruja e inspira una apreciación genuina de los acontecimientos cotidianos que conforman la vida.

“Monólogos interiores inspirados en la obra del poeta alemán Rainer Maria Rilke son escuchados, a menudo como breves fragmentos, y proporcionan un acompañamiento digno a la serenamente bella cinematografía de Henri Alekan”. 

Escuchar a Nick Cave cortejando ese cúmulo de orgasmos emocionales y visuales me hizo sentir tan identificada con Wim Wenders y su entrañable ángel que nunca volví a ver el cine y la existencia de la misma manera; te desafía a comenzar a vivir. 

Damiel, pasa sus días y noches observando el comportamiento de los humanos y escuchando sus pensamientos. No contento con ser un testigo eterno del universo finalmente decide tomar una forma física y mortal. Él (igual que yo), melancólico, nostálgico, soñador y con tanta hambre de amor. Bien dicen que la muerte flota con sigilo y no le adviertes hasta que ronda cerca de tí. El mes pasado, Bruno Ganz, se unió a los ángeles y junto con ellos recitará poesía maravillosa y bailará en los tejados al lado de Solveig Dommartin. Marion, reina del trapecio. Buen viaje..