[Ricardo Darín / UN REY]

❝Una tarde del último invierno, Darín me abre la puerta de su casa y pone cara de Darín. Es la misma que hemos visto en decenas de películas: sus ojos azules se fijan sin fisuras en los tuyos y las comisuras de sus labios se arquean un poco hacia arriba, no tanto como para producir una sonrisa, pero lo suficiente como para que te sientas un elegido y, tengo la engañosa pero intensa sensación de conocerlo de toda una vida, como si fuera un hermano extraviado y vuelto a encontrar años después...❞ 
Extracto de la entrevista a Ricardo Darín ▲ Por Enrico Fantoni, Gatopardo (2014) Fotografía Vera Rosenberg y Mariana Eliano



Hay actores que forman parte de mi vida no solo por el histrionismo con el que interpretan a cada uno de sus personajes; sino porque escogen acertadamente historias íntimas (de esas que transforman, sacuden) y sus papeles con una dedicación celosa, viven dentro, se adueñan y al final te dejan una huella profunda. Ricardo Darín, uno de ellos y en la ficción mi personaje favorito lleva por nombre: Jorge Pellegrini. Quizá me causa endeblez por su acento,  por su mirada o tal vez por la manera en que devora la pantalla. Los actores son seres mágicos: narradores de historias y por tanto difícilmente descifraremos su esencia en el mundo real. No sabemos cómo piensan, cuales son sus sueños y sus miedos. ¿Tienen miedos?

Darín, a diferencia de ellos ha pasado a ser más que mi "storyteller" de cabecera, también, se ha convertido en uno mis seres humanos favoritos por la transparencia con la que transmite su camino en la vida. Es un ser pensante y coherente y eso se refleja en cualquier medio al que esté expuesto. Su pasión y carisma son desbordantes. Ahora no solo admiro su trabajo. Habitar un mundo en donde lo más importante es "sobrevivir" en lugar de "vivir" saber que existen personas que te cambiarán el rumbo solo por interpretarse a sí mismos hace una gran diferencia.