De hombres araña, marionetas y zarigüeyas: POSSUM

Adentrándome en las únicas historias de “Hombres Araña” que me gusta ver; en mood "Lullaby" con reminiscencias del Spider de Cronenberg y en ofrenda infecciosa al horror setentero y sombrío de parajes desolados; aparece un personaje masculino desencajado en sí mismo tratando de deshacerse de una bolsa de cuero con contenido atroz: un títere con cuerpo de araña que él llama, “Possum”. Al parecer, nuestro compulsivo titiritero, Phillip (Sean Harris) no solo trata de desaparecer el escalofriante objeto sino de paso sus fantasmas de la niñez y demonios internos que lo han alcanzado en el presente y comienzan a torturarlo en vida adulta con una naturaleza visceral, como su tío, Maurice (Alun Armstrong). La narración de lo que parece una fábula infantil macabra a lo largo del filme es un recurso muy poderoso, fundamentalmente al comienzo.

Holness, consigue interpretaciones peculiares de sus dos paladines lo que esencialmente desencadena en doble experimento histérico e histriónico. Harris, coercitivo, profanamente turbado, acongojado; dotado de una mirada tan vacía que es pavorosa con meneos que lo hacen parecer en demasía una marioneta. Por su parte, Armstrong como el “Master of Puppets” cautivador, cruel, despreciable, “gruñiendo” sus diálogos cual cacique, dueño entero de la situación. La música de The Radiophonic Workshop crea una atmósfera de exasperación inquietante aunque por momentos se desarrolla muy lenta.

Possum, viaje a través de una mente transtornado. Una película de horror psicológico que toma su tiempo pero aporta terror pletórico. ▼ Possum (2018) dir. Matthew Holness, Reino Unido.